Capo d’Orlando

Dettaglio

Sofisticada, fascinante, dinámica. 

Capo d’Orlando, en la provincia de Mesina, es un destino sorprendentemente atractivo. 

Su nombre actual, que se remonta a la época normanda, se refiere al legendario paladín de la Chanson de Roland, que parece que se detuvo aquí durante una cruzada en Tierra Santa. Pero su antiguo nombre griego, Agatirnus ( “el que lleva el magnífico tirso“), revela que originalmente fue una ciudad consagrada a Dionisio.

Por su ubicación estratégica, Capo d’Orlando es una de las localidades costeras más populares de la costa del Tirreno. Está a una hora de Cefalú (en dirección a Palermo) y Milazzo (en dirección a Messina), y es también el punto ideal para realizar excursiones en las afueras de la ciudad entre el mar y la montaña, para descubrir los pueblos sicilianos del interior, unos de los más preciosos de Italia.

Capo d’Orlando suele ser asociado con Giuseppe Tomasi di Lampedusa, primo del barón Lucio Piccolo di Calanovella que, como huésped de Villa Vina, escribió la mayor parte de su obra maestra El Gatopardo. Villa Piccolo, junto con su parque, está situada en la cima de una magnífica colina que domina el llano de Capo d’Orlando. El complejo del siglo XIX es ahora un museo directo por la Fondazione Famiglia Piccolo de Calanovella.

El casco urbano se extiende a lo largo de la costa, donde hay un promontorio desde el que se puede disfrutar de la mejor vista de Capo D’orlando. Para llegar al mirador, hay que subir unos cientos escalones, entre plantas y olores típicos del Mediterráneo.

En la parte superior se encuentran los restos de un antiguo castillo medieval y el Santuario de Maria Santissima di Capo d’Orlando, del siglo XVII, también conocido como el Santuario de la Virgen. Destino de peregrinación en ocasión de la fiesta que se celebra el 22 de Octubre. El edificio consta en una sola nave con tres capillas y el techo tiene madera incrustada en forma de estrella con ocho puntas.

La vista desde aquí arriba es extraordinaria: se puede ver desde Capo Milazzo hasta Cefalú, con las Islas Eolias delante emergiendo del agua. Mirando hacia abajo, es posible reconocer las principales calles comerciales, Via Piave y Via Vittorio Veneto, que corren paralelas al paseo marítimo.

A los pies del Monte della Madonna se encuentra otro punto de referencia de la ciudad, el Faro, construido a principios del siglo XX. Cerca de allí hay un pequeño lago litoral, alimentado por aguas subterráneas dulces y saladas. 

La carretera costera ofrece encantadoras vistas del mar, y recorriéndola se llega a la aldea de San Gregorio. 

En el pequeño pueblo costero, que inspiró la canciòn Sapore di sale de Gino Paoli, hay una pequeña iglesia, dedicada al Papa Gregorio Magno, y una plaza rodeada por las típicas casas de pescadores, un lugar de encuentro veraniego donde se puede disfrutar de un buen helado. 

Este es el punto donde empieza el Sentiero Goletta, una inusual y evocadora ruta de senderismo totalmente inmersa en la naturaleza, de media dificultad. En la antigüedad era el único enlace entre el pueblo de San Gregorio y el centro de Capo d’Orlando.

No muy lejos, merecen una visita las Termas Bagnoli, que son las ruinas de una estructura termal perteneciente a una antigua villa romana de los siglos III-IV d.C. Los baños termales constan de ocho habitaciones y, aún fueron dañados por los terremotos, es todavía posible ver tres salas: el frigidarium, el tepidarium y el calidarium.

Continuando, se llega al puerto de Capo d’Orlando, uno de los centros del turismo de lujo en Sicilia. Desde aquí, cada verano, los influencers (y otros) zarpan y pasan unas vacaciones de ensueño entre una isla y otra de las Eolias, a bordo de yates y catamaranes de lujo.

Después de pasar todo el día en la playa, el puerto se convierte en el lugar perfecto para relajarse con un poco de compras, un aperitivo al atardecer y una inolvidable cena gourmet.

Pero uno de los lugares más fascinantes de la ciudad es el paseo marítimo Andrea Doria, con su kilométrica playa bañada por un mar transparente, que ofrece amaneceres y atardeceres de increíble belleza. Los deportistas pueden hacer jogging y disfrutar de una de las rutas más espectaculares de Sicilia: ¡pruébalo tú mismo!

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