Termas de Segesta
Detalles
Durante tu viaje para descubrir el oeste de Sicilia, puedes parar a relajarte en el pueblo rural llamado Contrada Bagni, situado en la provincia de Trapani. De hecho, allí encontrarás las Termas de Segesta, a diez kilómetros de la antigua Segesta. Los griegos y los romanos ya gozaban de los beneficios de las aguas, tanto que el escritor Plinio las definía como «las aguas más medicinales» entre las que brotan de las rocas.
Después de la caída del Imperio romano, los árabes descubrieron este lugar y construyeron un castillo en una colina no lejos de las antiguas piscinas romanas; es el Castillo Calathamet, que significa, precisamente, Castillo de los baños.
El agua del río Caldo de Segesta se adentra en profundidad a través de las rocas porosas y entra en contacto con las altas temperaturas del magma subterráneo alcanzando una temperatura de 47°: las aguas sulfurosas y alcalinas son eficaces para combatir algunas patologías de la piel y tienen un efecto beneficioso también sobre el reumatismo y las vías respiratorias.
Detrás del calor de las aguas de las Termas de Segesta, también hay un relato mitológico: según los primeros griegos que habitaron la zona, la divinidad fluvial Krimisòs había elevado la temperatura de la corriente para calentar a la ninfa Egesta, que huía de la destruida ciudad de Troya. Los refugiados troyanos habrían elegido la localidad precisamente por la presencia del río y por las propiedades médicas de sus aguas cálidas.
En los años 60, se construyó un balneario: sumérgete en una de las tres piscinas termales.
Puedes llegar a las antiguas termas siguiendo un camino rural que conduce al río Caldo y lleva a las Polle del Cremiso.
No te olvides de la cámara: te será muy útil para capturar la belleza del paisaje con cascadas, formaciones rocosas inmersas en un entorno de cañaverales, tamariscos y paredes rocosas de travertino blanco y rosa.
Párate y mira a tu alrededor. Déjate conquistar por el yacimiento arqueológico de Segesta, con sus templos dóricos y el teatro orientado al norte, hacia el Golfo de Castellammare: disfruta de la espléndida escenografía ofrecida por las vistas del mar y las colinas hasta donde alcanza la vista.
Desde Segesta, dirígete al pueblo marinero de Castellammare del Golfo que alberga iglesias, palacios históricos, un magnífico castillo, playas y calas.
Ahora nos desplazamos hacia Scopello para descubrir los farallones y la antigua almadraba: no te olvides de probar el sabroso «pane cunzato» en el interior del antiguo baglio: es un pan típico condimentado con tomate, anchoas, aceite de oliva, sal, pimienta y caciocavallo, un queso típico siciliano.
Tampoco puedes perderte la Reserva de Zingaro, un paraíso de la naturaleza con pequeñas calas, playas de arena o guijarros y cuevas bañadas por unas aguas cristalinas.
Para concluir este bello recorrido, ve a San Vito Lo Capo y pasa el día entre el mar azul y su espléndida playa.
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