Scicli
Detalle
Suntuosa y opulenta ciudad del Valle de Noto, Scicli , en la provincia de Ragusa, es una parada ineludible en nuestro viaje para descubrir el Barroco en Sicilia.
Enclavada en un cruce de tres valles a escasos kilómetros del mar, su trazado medieval está poblado por barrios repletos de casas rosadas bañadas por el cálido sol.
La ciudad pesebre ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO junto con otros siete municipios de Val di Noto: su centro histórico es la expresión del genio creativo de la época tardobarroca, fruto de la reconstrucción del siglo XVIII que siguió al desastroso terremoto del 1693 que arrasó por completo la ciudad. El célebre escritor Elio Vittorini pintó a Scicli su libro Las ciudades del mundo como la ciudad más bella del mundo.
La via Francesco Mormino Penna, considerada una de las calles más bellas de Sicilia, es un unicum escenográfico de palacios nobiliarios del siglo XVIII: (Palazzo Spadaro, Palazzo Bonelli, Palazzo Conti, Palazzo Porcelli-Battaglia-Sgarlata-Veneziano, Palazzo Papaleo, Palazzo Carpentieri, Palazzo di Città, Palazzo Donzelli-Iacono) y arquitectura eclesiástica tardobarroca en piedra dorada local (iglesia de San Juan Evangelista, iglesia de San Miguel, iglesia de Santa Teresa).
El Palazzo Beneventano fue definido por el historiador de arte inglés Anthony Blunt como el palacio barroco más bello de Sicilia, famoso por sus máscaras con cabeza de moro.
Desde aquí se llega a Piazza Italia, rodeada de palacios como el Palazzo Massari, Palazzo Mormina-Penna, Palazzo Iacono, Palazzo Scrofani, Palazzo Fava (con su bellísimo balcón de los Grifos) y de la iglesia Madre de San Ignacio (chiesa Madre di Sant’Ignazio). Desde Piazza Italia se llega fácilmente al barrio de San Giuseppe/Altobello con la iglesia de San José (Chiesa di San Giuseppe) y a la cueva de San Bartolomeo, un cañón natural creado por la acción del arroyo San Bartolomeo sobre la roca calcárea que encierra como si de una concha se tratara la estupenda iglesia homónima, desde donde se llega a la gruta de origen bizantino, antiguo poblado de Chiafura hasta finales de los años 50.
En la Piazza Busacca del siglo XIX destaca la estatua de Pietro di Lorenzo, apodado Busacca, rodeada por el complejo monumental de la iglesia y del convento del Carmine, el Palazzo Busacca y el Palazzo Scimone. Desde el lado sur de la plaza nos dirigimos a la cueva de Santa Maria la Nova: todas dan a la iglesia y al Convento de San Domenico, la iglesia de Santa Maria della Consolazione y la iglesia neoclásica de Santa Maria la Nova, desde 1994 Santuario de Maria Santissima della Pietà.
Scicli tiene otra alma junto a su centro histórico, la que descansa sobre las colinas que albergaban el antiguo pueblo antes del terremoto de 1693. La poderosa mole de la antigua matriz (hasta 1874) de San Matteo, identidad del pueblo de Scicli, domina toda la ciudad. En la colina homónima encontramos las iglesias de Santa Lucía, El Espíritu Santo y San Vito, además de otras arquitecturas militares delCastiddazzu (torreón con una torre desaparecida de probablemente el siglo XV) y del Castello dei Tre Cantoni o triquetro por los restos de una torre triangular que formaba parte del antiguo complejo defensivo. Otra colina rica en arquitectura religiosa es la de la Croce (cruz), también llamada franciscana debido a los conventos de la orden que se construyeron; uno en la base, el Convento de los Padres Capuchinos en el interior de Villa Penna , y el de Santa Maria delle Croce (Santa María de la Cruz).
En la colina se erige la pequeña iglesia rupestre del Calvario. Otras pequeñas iglesias rupestres alrededor de la ciudad son la iglesia de Santa Maria di Piedigrotta del siglo XVII, la iglesia de San Pedro (chiesa di San Pietro), la iglesia de La Madona de la Cadena (chiesa della Madonna de la Catena) y la pequeña ermita de San Guillermo Eremita (San Guglielmo eremita) patrón de la ciudad.
Además de la arquitectura religiosa, cabe destacar el interior de las iglesias y palacios pintados con frescos de extraordinaria belleza. De entre todos cabe mencionar el lienzo del siglo XVIII del Cristo de Burgos, llamado también «Cristo in gonella», es decir, Cristo con hábito, ya que representa a un Cristo crucificado ataviado con una túnica sacerdotal blanca ribeteada con una cinta de encaje. No se conocen otros ejemplos en Europa, salvo una escultura de madera del siglo XIV en la iglesia de Santa María en Burgos, España. Cabe recordar también la Deposición de San Bartolomé del pintor caravaggesco Mattia Preti.
En Sicilia, se celebran durante todo el año numerosas fiestas que entrelazan religión y folclore. Cabe destacar el tríptico de primavera que sale con la Cabalgata de San José en marzo, especialmente engalanada para la ocasión como recordatorio de la huida a Egipto de la Sagrada Familia. Continúan los ritos de la Semana Santa que salen el Domingo de Ramos y culminan con la Fiesta del Hombre Vivo o ‘U Gioia en Pascua. Esta celebración ha entusiasmado desde siempre a numerosos pintores, fotógrafos, periodistas y músicos. Entre estos últimos, el cantautor Vinicio Capossela grabó la canción Uomo vivo (himno a la alegría), inspirándose en esta fiesta tras haber participado en persona.
El colofón final de las fiestas de primavera el último sábado de mayo es la Fiesta de la Madona de la Milicias (Feste de la Madonna delle Milizie), donde la protagonista absoluta es la única Virgen Guerrera de la cristiandad que acudió en ayuda de los habitantes de Scicli y de los normandos contra los sarracenos en la batalla de Micenci en el año 1091. El alma de la fiesta es la recreación de los momentos que precedieron a la toma de armas que culminaron con la batalla en la que tuvo lugar la milagrosa aparición de la Virgen a caballo.
Las tres fiestas de primavera fueron declaradas Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en 2011 junto con las Cancioncillas de la Inmaculada Concepción y el paisaje de la campiña hiblea, caracterizado por los muros de piedra seca y los algarrobos.
Scicli es también uno de los núcleos del arte contemporáneo en Europa. En la ciudad existe una escuela de pintura y escultura en activo llamada Gruppo di Scicli, de la que forman parte principalmente Piero Guccione, Franco Sarnari y también Franco Polizzi, Carmelo Candiano, Sonia Álvarez, Giuseppe Puglisi, Salvatore Paolino, Giuseppe Colombo y Piero Zuccaro. Algunas de las obras de los maestros de Scicli se exponen de forma permanente en Palazzo Spadaro en Via Francesco Mormino Penna.
¡Scicli también es mare! Veinte kilómetros de costa, dieciocho de finísima playa, mar cristalino y cuatro aldeas marineras. De oeste a este: Playa Grande, Donnalucata, Cava d’Aliga y Sampieri.
Playa Grande limita al oeste con la Riserva WWF della Macchia Foresta del Fiume Irminio.
Donnalucata es la más antigua y extensa; su nombre deriva del árabe Ayn-Al-Awqat, que significa fuente de las horas, por un manantial de agua dulce que brotaba en la playa con las mareas cinco veces, al igual que las oraciones musulmanas. Merece la pena visitar el Santuario della Madonna delle Milizie y Palazzo Mormino.
En el pequeño pueblo marinero del siglo XIX de Sampieri, encontramos la maravillosa playa con forma de medialuna que culmina en Punta Pisciotto, donde se erige la silueta de la Fornace Penna, fabrica de ladrillos construida en 1912 y en desuso desde 1924. Ejemplo admirable de arqueología industrial y una verdadera «catedral del mar». Sampieri es el destino de ilustres visitantes, como lo fueron en el pasado Gutusso, Pasolini y Carlo Levi y ahora Guccione, Sgarbi y sobre todo, Giorgio Armani y Roberto Benigni, quien ha definido Sampieri como «un rincón en el paraíso».
Desde 1999, Scicli se ha convertido en el escenario principal de la serie de ficción de la Rai 1 El comisario Montalbano y, desde 2012, de El joven Montalbano . En la Vigata cinematográfica, la protagonista es la Via Francesco Mormino Penna, donde el Fiat Tipo del comisario acelera y aparca frente al Ayuntamiento, cuyo interior se ha transformado para la ocasión en la Comisaría de Policía de Vigata. En Palazzo di Città, el despacho del alcalde se ha convertido en la oficina del comisario Bonetti-Alderighi. Otros escenarios en Scicli son la terrazza de Piazza Carmine, la iglesia y la cueva de Bartolomeo, Palazzo Iacono transformado en el exterior, Palazzo della Pretura, Piazza Armando Díaz, el complejo de la Madonna del Rosario y Via Duca degli Abruzzi.
En las aldeas, los protagonistas son el puerto de Donnalucata y su paseo marítimo convertido en el paseo marítimo de Marinella. En Sampieri, en la Fornace Penna, se encuentra la Mannara, una zona tristemente famosa por los delitos y la prostitución y protagonista absoluta del magnífico episodio «El olor de la noche». Y el viaje continúa…
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