Chocolate de Módica

Fueron precisamente los españoles quienes llevaron a Módica el xocoàtl, un producto que los habitantes de México obtenían de los granos de cacao que trituraban sobre una piedra llamada metate para extraer la manteca de cacao y obtener una pasta granulosa. Los habitantes de Módica aprendieron esta técnica de elaboración de los españoles sin pasar a la fase industrial.

En la elaboración en frío, el cacao no pasa por la fase del conchado, es decir, la masa de cacao se trabaja a 40 °C añadiéndole azúcar granulado sin que llegue a fundirse ni amalgamarse. El azúcar aporta al chocolate de Módica el característico aspecto «áspero» de textura granulosa. La tableta de chocolate de Módica tiene un color marrón desigual y el aroma del cacao tostado con notas ligeramente amargas.

Aunque tradicionalmente se aromatiza con canela o vainilla, resulta fácil encontrar chocolate con guindilla,algarroba, , café o cítricos. El chocolate de Módica puede degustarse tal cual o disuelto en agua como bebida.

Después de todo el chocolate que habrás probado en una de las numerosas chocolaterías del centro, ¡llega el momento de redimirse del pecado de gula con una visita a la suntuosa y bellísima Duomo!

De hecho, los antiguos orígenes de Módica y los vestigios hallados revelan la belleza de un lugar donde el tardobarroco y algún ejemplo iluminado de modernismo predominan casi por completo. Ponen de manifiesto el grado de civilización de una comunidad que durante siglos se desarrolló en la que antaño fuera la capital de una antigua y poderosa comarca, cuyo territorio se extendía en plena Edad Media hasta las puertas de Palermo.