Salemi
Detalles
Salemi, situado en la colina del valle del Belice, entre el verde iridiscente de viñedos y olivares, se extiende alrededor del castillo normando-suevo. El pueblo, de impronta medieval, está situado en el centro de la provincia de Trapani y presenta unas preciosas callejuelas deslumbrantes de piedra clara que te hacen sentir como en casa. Por su particular encanto, forma parte de los pueblos más bonitos de Italia.
La antigua Halicias, como se llamaba anteriormente, ha presenciado todos los acontecimientos históricos de los asentamientos más antiguos de Sicilia. Desde los élimos en adelante, conoció a los griegos, romanos, vándalos, godos y bizantinos, pueblos tan antiguos que son legendarios, pero debe su nombre actual a los árabes, pues este proviene de Salam, que significa paz.
Los árabes trajeron las especias, como el azafrán, el clavo y la canela, que se unieron a los limones, las naranjas y los melocotones y a la rica vegetación espontánea del matorral mediterráneo, como el tomillo y el orégano. Les debemos los colores y perfumes embriagadores que han hecho grande y variada la tierra de Sicilia.
Podemos contemplar la historia de Salemi recorriendo las callejuelas del barrio judío de la Giudecca o el islámico del Rabato, o visitando el castillo normando-suevo y la antigua iglesia Matrice, de la que no quedan más que unas cuantas ruinas. Otra visita obligatoria es el Museo de Arte Sacro, en el antiguo colegio jesuita, que alberga en sus maravillosas salas la reproducción de la Casa de Loreto, una obra perfecta y magnífica con unas bóvedas decoradas con frescos y las esculturas de Laurana y Gagini. Tampoco te puedes perder el Museo del Risorgimento y el conmovedor Museo de la Mafia.
Su historia no ha pasado en vano, sino que nos ha dejado testimonios bien conservados en las áreas arqueológicas de Mokarta, Monte Polizo y San Miceli, en la Antica Fornace de Sant’Angelo.
Este fascinante patrimonio hoy forma parte del Sistema museístico de Salemi, que alberga, como en un único museo, todos los recursos artísticos, culturales y naturales de la ciudad dentro del más amplio y ambicioso proyecto de la Rete Museale Belicina (Red de museos del Belice), que abarca todo el territorio del valle del Belice.
En la actualidad, Salemi aún conserva la antigua tradición de los panes devocionales. Durante las fiestas religiosas de San José (19 de marzo), San Antonio Abad (17 de enero) y San Blas (3 de febrero), se elaboran panes de formas extraordinarias, unas verdaderas obras de arte barrocas.
A los pasteleros y panaderos de Salemi, además de a las abuelas, les toca continuar la tradición y volver a inundar las cocinas con el aroma embriagador de las preparaciones festivas de los cudderedde y cavadduzzi (los panes de San José y San Blas).
Pero aquí, la apoteosis de la dieta mediterránea es la busiata, un tipo de pasta hecha a mano que se envuelve alrededor de una busa (palabra siciliana que significa «huso», de ahí el nombre) y se acompaña con diferentes salsas.
A muy poca distancia de aquí, encontramos unos lugares maravillosos y pintorescos como Segesta y Selinunte, la isla de Mozia, la reserva natural de Stagnone, Marsala, Scopello, San Vito Lo Capo y Erice.