Plaza Armerina

Paseando por el centro y por las callejuelas que caracterizan el casco antiguo, es posible descubrir todavía arquitecturas renacentistas y barrocas de indiscutible valor.

En Piazza Duomo se llega al corazón más alto y antiguo de la ciudad, donde se puede admirar la catedral, que se yergue con su imponente cúpula, y el Palazzo Trigona, majestuoso edificio construido por la misma Familia.

A pocos pasos de allí, se encuentra la Pinacoteca Municipal y otros museos que no decepcionan a quien decide dar un paseo por el centro histórico saboreando, mientras tanto, las especialidades de la gastronomía y pastelería local.

Todos los años, del 12 al 14 de agosto se celebra el Palio dei Normanni, la recreación histórica de la entrada, en la antigua ciudad de Plutia, de las milicias normandas para liberar a la población cristiana del yugo de los sarracenos. El evento se lleva a cabo durante tres días y en él participan unas 600 figuras, como damas normandas, nobles, caballeros y tropas dirigidas por el conde Ruggero el Normando, todas vestidas con trajes medievales, que desfilan por las calles de la ciudad. Lo más destacado del evento es Quintana, el emocionante torneo medieval entre los 4 barrios de la ciudad que compiten por el Palio.

Atravesar las numerosas estancias y los largos pasillos de la villa romana del Casale equivale a catapultarse a la antigua Roma. La villa, declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO, es una obra majestuosa por su tamaño y valor que cautiva a los turistas con sus elegantes mosaicos de más de 3500 metros cuadrados, cuyas representaciones permiten imaginar cómo era la vida a finales del siglo III d. C. Se recomienda visitar el sitio con un guía autorizado.