El archipiélago de Egadi, con las islas de Favignana, Levanzo y Marettimo y los islotes de Formica y Maraone, es la extraordinaria síntesis de historia y naturaleza. Hallazgos arqueológicos terrestres y submarinos, que se remontan al Paleolítico, atestiguan la permanencia de pueblos de todos los rincones del Mediterráneo, que dieron origen a la historia del mundo occidental.
¡Visitemos el archipiélago en 10 pasos!
- Antigua fábrica Florio de Tonnare di Favignana y Formica
Para Favignana la matanza no es solo la pesca del atún. Es un ritual que ha durado siglos y ha marcado la identidad social y económica de toda la isla.
Aquí estaba la tonnara más grande del Mediterráneo, una de las trampas «hacia afuera» en Sicilia. Con la familia Florio, Favignana vivió un período de gran desarrollo: recién Ignazio Florio fijó su residencia en el edificio que lleva su nombre, y compró la planta que en pocos años se convirtió en uno de los mayores complejos industriales alimentarios del mundo, en la vanguardia para la conservación y enlatado de atún.
Hoy, la fábrica Florio se ha convertido en el Museo del Mar más grande de Europa, capaz de contar el pasado reciente de Favignana y las islas Egadi. Entre los hallazgos de varias épocas detengámonos en la cantimplora del peregrino del siglo XV. que contiene vino y ánforas de varias épocas.
- Descubre Favignana en bicicleta
¡La mejor manera de moverse en Favignana es en bicicleta! Lo haremos sin dificultad, precisamente porque la isla es bastante plana y está formada en gran parte por roca tobácea, utilizada para la construcción. A lo largo de los caminos hay cuevas profundas, en parte excavadas por el hombre, en parte causadas por el hundimiento de la roca friable, rodeadas y cubiertas por arbustos bajos.
- Las canteras de Favignana y los jardines subterráneos
Junto a la pesca, la otra actividad histórica que sustenta la economía de la isla de Favignana siempre ha sido la extracción de piedra caliza, un material utilizado en la construcción y muy extendido por todo el oeste de Sicilia. La misma Catedral de Monreale, patrimonio de la UNESCO, fue construida casi en su totalidad con la «toba» de Favignane.
Las canteras de toba son verdaderas obras de arte: las singulares geometrías de columnas y galerías parecen grandiosas catedrales excavadas por las manos diestras de los maestros en la extracción de toba, los pirriaturi.
Incluso en el centro histórico podemos encontrar canteras hoy en desuso, ¡pero convertidas en huertas y huertos! Gracias a la reconversión «verde», los habitantes de la isla han transformado así estos sitios en descomposición en jardines subterráneos, hoy atracciones de gran interés naturalista y características de la isla.
- Barrancos, calas y cuevas en Favignana
Favignana es un extraordinario destino de verano, con sus costas llenas de barrancos, calas y grutas bañadas por un mar turquesa y cristalino con espléndidos reflejos.
¿Cómo resistir un chapuzón?
Cala Rossa es un lugar muy sugerente, solo rocas y mar muy azul, una verdadera piscina natural. Menos apta para niños por la dificultad de acceso y entrada al agua. El esfuerzo realizado para llegar allí se olvidará de inmediato.
A la Grotte del Bue marino, cerca de Cala Rossa, se puede llegar buceando después de escalar entre las piedras de toba. El agua es muy fresca, la vegetación es salvaje, los colores van desde el azul profundo hasta el azul claro casi blanco: ¡una maravilla!
Cala Azzurra es una playa preciosa y salvaje, de arena fina, muy apta para niños. Lo mejor es tener siempre a mano una máscara de snorkel y una crema protectora.
Lido Burrone es adecuado para familias con niños, puedes entrar al agua sin dificultad y el agua es azul y no alta.
En Scalo Cavallo, rocas y piedras con aguas profundas nos esperan desde el principio: es un lugar ideal para hacer snorkel.
Cala del Pozzo y Punta Sottile, además de maravillosas vistas al mar, nos regalarán atardeceres inolvidables.
- El castillo de Santa Caterina
En la cima del Monte Santa Caterina se puede ver el perfil del Castillo que originalmente formaba parte de un tríptico de torres de vigilancia construidas por los sarracenos en el momento de su dominación en Favignana. Esto explica por qué el estandarte de la isla lleva tres torres y un ave rapaz.
El Castillo de Favignana ha sido testigo de las diversas dominaciones que se han alternado en la isla y el resto de Sicilia. Hoy se mantiene el soberbio panorama, por lo que la exigente ascensión es el precio justo a pagar. Una vez arriba, podremos inmortalizar la mejor postal de Favignana.
- Levanzo: playas de ensueño
La más pequeña y preciosa de las islas Egadas, con sus casas blancas enclavadas en el puerto, parece un belén. Un mar incontaminado rodea la isla de Levanzo, donde encontraremos playas de ensueño.
En el lado este, a pocos pasos del pueblo, se encuentra Cala Fredda, con una pequeña playa de cantos rodados claros y suaves; no muy lejos de Cala Minnola, cerca de un pinar con un tobogán hacia el mar y una playa. En el lado opuesto, un camino conduce a Caletta del Faraglione, catalogada por Legambiente entre las veinte playas más hermosas de Italia. Al otro lado está Cala Tramontana, donde puedes disfrutar de la puesta de sol en silencio.
- En el fondo del mar… Los tesoros submarinos de Levanzo
¿Eres un apasionado del buceo? ¡Levanzo te ofrece un itinerario arqueológico submarino muy interesante!
Entre Cala Minnola y Punta Altarella, a unos 27 metros de profundidad, se encuentran los restos de un naufragio romano, ánforas de vino y fragmentos de cerámica pintada de negro que datan del siglo I a.C. C.
Y de nuevo, figuras rupestres de hombres y animales, pintadas en graffiti en las paredes de la Grotta del Genovese, nos transportan al Paleolítico, con sus oscuros rituales, vida salvaje y misteriosa. La cueva se encuentra entre los sitios prehistóricos más interesantes del mundo.
- Marettimo… ¿o la verdadera Ítaca?
Marettimo es la más lejana, alta y rocosa de las islas Egadi, con su único pueblo de pescadores formado por pequeñas casas adosadas unas a otras y una vida cotidiana que destila paz y serenidad. También es la más «isla» de las islas Egadi, porque se separó del continente varios milenios antes que las otras dos islas del archipiélago. Pero de las islas Egadi, también es la isla más famosa de todos los tiempos.
Según algunas teorías, la antigua Hierà Nésos, «Isla Sagrada», podría coincidir con Ítaca, la patria legendaria de Ulises. La descripción geográfica proporcionada por Homero en la Odisea no dejaría lugar a dudas.
Sea cierto o no, Marettimo es sin duda la Ítaca de Sicilia, la isla codiciada por todos aquellos que necesitan encontrarse a sí mismos.
- Trekking a Marettimo
Esta isla silenciosa y apacible, además de maravillosos días en el mar, nos regalará paseos por los senderos bordeados por una vegetación desbordante e incontaminada.
Para los amantes del trekking, Marettimo es un verdadero paraíso: varios caminos muy divertidos serpentean por la ciudad. Son muchas las excursiones posibles en las que aventurarse a descubrir los puntos de interés de la isla.
Llegamos a Punta Troia, donde se alza el castillo normando del mismo nombre, ahora restaurado y utilizado como museo prisión y observatorio del Área Marina Protegida de las Islas Egadas.
Visitamos las Casas Romanas, donde se encuentran los restos de un gran edificio datado entre los siglos I y II d.C. junto con una pequeña iglesia bizantina.
El faro de Punta Libeccio es un lugar poblado de leyendas.
Dirijámonos hacia el semáforo, un punto panorámico desde donde se divisa el perfil infinito del horizonte mediterráneo.
Los caminos suben hasta llegar a Pizzo Falcone, que se destaca majestuosamente a unos 700 metros del mar donde, entre plantas raras y fragantes, se puede admirar el vuelo del halcón peregrino.
- A la caza… de emociones «naturales»
Se trata del Área Marina Protegida más grande de Europa, donde grandes praderas de posidonia, como un gran bosque tropical sumergido, constituyen un preciado hábitat para la reproducción de numerosas especies de peces. Delfín mular (delfín costero), cachalote, varias especies de tiburones y mantarrayas.
Encontramos una gran variedad de aves sedentarias y migratorias, extraordinarios cetáceos, tortugas marinas Caretta Caretta y la rarísima foca monje.
En Marettimo, antes de bajar del hidroala, basta con mirar hacia la montaña para ver familias enteras de muflones, una especie de fauna muy antigua, caracterizada por grandes cuernos en espiral.