Uno – dos días en Sclafani Bagni

Dentro de la Iglesia Madre se encuentra  un espléndido sarcófago en piedra,  greco-romano,  de época trajana sobre el cual están representadas  escenas de bacanales, figuras femeninas y viriles, faunos ebrios bailan alrededor de los altares donde brilla el fuego de los sacrificios. Se dice que éste habría sido transportado a Sclafani Bagni después de la destrucción de Imera. 

Luego del largo paseo matinal llega el momento de relajarse y descubrir el primer secreto de la ciudad: una fuente natural de agua a 37 grados centígrados de temperatura, totalmente pública, rodeada de naturaleza virgen. Sclafani era conocido en el pasado precisamente por un importante establecimiento termal, activo desde el 1748, luego cerrado en varias ocasiones hasta la década de 1900 para después ser cerrado  definitivamente en la década del 1990. La antigua fábrica sigue ahí, a unos cien metros de la piscina y conserva intacto todo su encanto.

Mientras se relajan sumergidos en la piscina termal pueden disfrutar de una vista impresionante: al norte, el valle que desciende hacia el río Imera, al sur el rocoso acantilado vertiginoso donde se ergue el poblado de Sclafani Bagni.

Si desean pasar otro día más en este rincón del Paraíso pueden descubrir otra joya secreta de esta zona: el pequeño lago natural de Bomes, a pocos kilómetros del pueblo. Estarán rodeados de bosques dominados por encinas, alcornoques y plantas propias del matorral mediterráneo. El lago se encuentra al interno de la Reserva Natural del  Bosque de Favara y Bosque de Ganza, perfecto para largas caminatas en la naturaleza.