Recorrido de las Atuneras de regreso

Las almadrabas de ida, es decir  las primera a las cuales llega el Atún del Atlántico están situadas en el norte de la Sicilia y eran activas de abril a junio. Luego, los peces pasando por Messina descienden hacia el sureste entre junio y agosto antes de regresar al océano. Es por este motivo  que en este rincón de la Sicilia encontramos las atuneras  de «regreso»: porque los atunes de aquí regresan a las aguas heladas del océano.

Podemos seguir las últimas etapas, desde tierra firme, de este antiguo y peligroso viaje del Atún. Impresionantes vistas, playas caribeñas, antiguos pueblos costeros. Les parecerá escuchar de nuevo el cialoma, la antigua canción de los atuneros sicilianos. ¿Están listos?

En este viaje de Messina al Atlántico la primera atunera de regreso fue la Atunera di Terrauzza, en Siracusa. Hoy solo quedan algunas ruinas del edificio del siglo XVIII, pero el paisaje es increíblemente atractivo (sin mencionar el mar cristalino donde se puede nadar).

Avanzando más al sur  nos encontramos con la almadraba de Avola, hoy en bastante buen estado de conservación y sede de un pequeño Club Náutico. Sí, exactamente esta  Avola, famosa por la almendra llamada “pizzuta” y el Nero d’Avola. La Atunera se encuentra en el antiguo pueblo de Marina d’Avola, conocido por sus playas y sus locales (restaurantes,  pubs).

Continuamos el viaje más al sur. La siguiente atunera está perfectamente restaurada y es sin duda uno de esos lugares que hay que ver al menos una vez en la vida: la Atunera de Vendicari. Para visitarla es preciso  sumergirse en la naturaleza del Oasis Faunistico de Vendicari. Caminando en el matorral mediterráneo, primero se encuentran  los humedales, aquí llamados «pantanos”, donde muchas aves migratorias (y no solo) encuentran asilo y refugio. Avanzando se verán de lejos  pilares de piedra que se asoman sobre un mar azul y cristalino: es la Atunera. Pueden llegar hasta ella, caminar dentro y fotografiarla. Si es verano, relájense finalmente con un refrescante baño en las aguas cristalinas de la Reserva.

A pocos kilómetros llegamos a la Atunera históricamente más significativa del complejo sureste: la Atunera de Marzamemi, un espléndido pueblo costero donde el tiempo parece haberse detenido. El núcleo de la Atunera está  formado por la Piazza Regina Margherita, dominada por el edificio principal y la antigua pequeña Iglesia de la almandraba, construida en piedra arenisca. El patio árabe y las casas de pescadores que rodean la plaza también son inamovibles en la historia. Aquí, aún hoy, se pueden degustar y comprar derivados del atún (y no solo): la bottarga (huevos secos de atún), lattumi (el equivalente masculino de la bottarga), salames de atún, buzzonaglia( conjunto de carnes oscuras que se encuentran en la espina central del atùn). Marzamemi  hoy en día es sobre todo famosa por su vida nocturna en el verano. Si tienen hambre, sed o quieren bailar, este es el lugar perfecto.

Terminamos nuestro recorrido llegando casi al extremo sur de Sicilia: Portopalo de Capo Passero. La Atunera de Capo Passero es un espléndido monumento de arqueología industrial. Cerrada al público, todavía la se puede observar desde el exterior en su majestuosidad: dominado por el Castillo de Tafuri, sobresale en una franja de tierra firme rodeada por el mar. Un baño en estas aguas que reflejan los mil colores del  fondal marino es casi imprescindible. Si son amantes del esnórquel, una vez más están en el lugar ideal.