Itinerarios entre Madonia y Nebrodi
Detalles
Las cadenas de los Apeninos de Madonia y Nebrodi ofrecen algunos de los escenarios más evocadores de Sicilia, microcosmos milenarios que deben ser recorridos, contemplados y disfrutados con lentitud.
Las montañas deMadonia son un destino ideal para hacer senderismo, excursiones a caballo o recorrer sus maravillosos senderos a pie, en bicicleta de montaña, o en burro.
Estamos en el Parque Regional de Madonia, un área natural protegida con yacimientos geológicos raros. Coge tu cámara y aventúrate en una caminata por los senderos y rutas provinciales.
Partimos de Collesano, no muy lejos de Palermo, antiguo centro feudal y sede de órdenes monásticas que fundaron numerosas iglesias. El arte de la cerámica en Collesano tiene sus raíces a partir de la segunda mitad del siglo XVI. Visitamos el Museo Targa Florio, que alberga una impresionante colección de fotos, documentales inéditos, objetos y reliquias de la carrera automovilística por carretera más dura y fascinante de todos los tiempos, la mítica «Targa Florio».
En Isnello, las maestras artesanas siguen elaborando sus bordados mediante el antiguo método del filet. Por ello, no podemos perdernos el Museo Trame di filo.
Si continuamos por la carretera provincial, rodeada de un paisaje extraordinario, llegaremos a Castelbuono. Visitamos la Matrice Vecchia, que alberga la estatua de la Virgen de los Ángeles de Gagini y subimos hasta el torreón, construido en 1316 por Francisco I de Ventimiglia, dentro de la Capilla Palatina del siglo XVIII, decorada con refinados estucos. No nos olvidamos de la Matrice Nuova, que conserva obras de Antonello da Messina y Giuseppe Velasco, ni del Museo del Parque de Madonia.
Continuamos con Geraci Siculo, a una altitud de 1077 metros, presidido por las ruinas de su castillo y la Capilla de Santa Ana, mandada construir por la casa nobiliaria de los Ventimiglia. Muchos eventos rememoran las tradiciones nobiliarias y campesinas, como la Fiesta de la Trashumancia de finales de mayo y la Giostra dei Ventimiglia, los primeros días de agosto, donde se reviven las tradiciones nobiliarias y campesinas.
Subimos a Gangi, uno de los pueblos más bonitos de Italia: descubrimos la estructura medieval del pueblo y sus innumerables iglesias y monumentos, como la iglesia Madre y la cercana torre campanario de Ventimiglia.
Subimos hacia Petralia Soprana, el municipio más alto de la provincia de Palermo gobernado por la iglesia Madre y la de Santa María de Loreto, con una elegante fachada convexa, insertada entre dos campanarios
Enclavada sobre un afloramiento rocoso, encontraremos Petralia Sottana. También aquí hay iglesias y palacios por descubrir, además del tesoro de orfebrería artesanal conservado en la sacristía de la iglesia Madre.
Nos sumergimos en la arqueología, frente al pueblo de Petralia Sottana, en la Grotta del Vecchiuzzo (cueva del Vecchiuzzo), interesante para el estudio de la época prehistórica siciliana: se conserva una gran cantidad de cerámica en el Museo Arqueológico de Palermo.
Después subimos en dirección a Piano Battaglia, una localidad de vacaciones y deportes invernales. Disfruta de un paseo por la meseta o, si eres deportista, sube al Pizzo Carbonara (1979 m), el pico más alto de Madonia.
No nos podemos marchar sin probar el manna (maná) extraído del fresno en los territorios de Castelbuono y Pollina, donde en agosto se celebra la Sagra della Manna, la provola y los quesos de Madonia, las castañas, almendras, avellanas y productos derivados de la harina de trigo duro, la carne de vacuno y de los cerdos criados en libertad, el salami y las setas.
Por último, nos dirigimos a Cefalú, la única localidad del parque que da directamente a la costa, con aguas cristalinas, playas equipadas, colinas en el fondo y un rico patrimonio cultural. Un paseo por las callejuelas del centro histórico, una excursión a la cima de la Rocca y la visita a la catedral, que forma parte de la ruta árabe-normanda de la UNESCO.
Emprendemos un nuevo viaje por los Apeninos sículos del Parque de Nebrodi: enclavado entre las tres provincias de Mesina, Catania y Enna, se extiende en un área montañosa de 200 000 hectáreas con el mayor patrimonio forestal de Sicilia.
También aquí encontramos recorridos que enamoran entre ríos, arroyos, lagos de montaña, prados en flor durante todas las estaciones y bosques donde habitan mamíferos, reptiles y anfibios, más de 150 especies de aves, invertebrados poco comunes, pero, sobre todo, cabe destacar el cerdo negro de Nebrodi, típico cerdo de pelaje oscuro criado en los bosques en estado de semilibertad.
Comenzamos con uno de los símbolos del parque, el Lago Biviere de Cesarò, en la provincia de Mesina, con sus 18 hectáreas y sus aguas cristalinas que te cautivarán. En un lado encontramos el hayedo de Monte Soro, el pico más alto de los Nebrodi, donde podremos ver manadas libres de caballos de raza Sanfratellana, refugiarnos del calor bajo las ramas de los árboles. En el otro lado tenemos las impresionantes vistas que dejan entrever la silueta del Etna a lo lejos.
Podremos contemplar el águila real y el gran buitre leonado en los flancos escarpados de las Rocas del Crasto, a 1315 metros de altura, un macizo rocoso de naturaleza calcárea de la era mesozoica. Amplias extensiones poco arboladas, pastos, acantilados repletos de concavidades, rocas codiciadas por los amantes de la escalada deportiva y los excursionistas, con senderos que serpentean desde los municipios de Alcara Li Fusi, Longi y San Marco d ‘Alunzio. Una de las grandes maravillas naturales de las Rocas es la Grotta del Lauro (cueva del Lauro), situada a 1068 metros en el territorio de Alcara Li Fusi, con innumerables estalactitas, estalagmitas, columnas de las formas más variadas en la primera cueva gigantesca y luego, poco a poco, nos adentraremos en túneles que conducen a cavidades grandes y pequeñas. La cueva está cerrada por una puerta y solo se puede visitar bajo petición.
El bosque de Mangalaviti es de extraordinaria belleza y encanto y se encuentra cerca de Alcara Li Fusi.
No podemos perdernos la Cascada de Catafurco en el municipio de Galati Mamertino: es uno de los rincones más pintorescos de la zona, formado en un desnivel de unos 30 metros a lo largo del curso del arroyo de San Basilio. La actividad erosiva del agua sobre las rocas calizas es extraordinaria. En la base de la cascada, las aguas se reúnen en una cavidad natural formando un pequeño y encantador estanque excavado en la roca, llamado Marmitta dei Giganti (Marmitas de los gigantes), donde, si la temperatura lo permite, podríamos bañarnos.
En San Marco d’Alunzio encontramos testimonios que se remontan a la época de su fundación por parte de los griegos, como el Templo de Hércules del siglo IV a. C., las ruinas del castillo normando, las iglesias de fachada barroca, las callejuelas medievales o el Museo de Arte Bizantino-Normando.
Otra joya es la cueva de San Teodoro, a unos 2 km de Acquedolci, que conserva una documentación muy rica sobre poblaciones de animales ya extinguidos y sobre los restos del hombre prehistórico.
La belleza del parque también está en sus paisajes: desde las impresionantes alturas del Monte Soro, hasta las costas de Sant’Agata di Militello y el puerto de Caronia.
Mientras recorremos kilómetros inmersos en la naturaleza, vamos en busca de los productos artesanos en los pequeños pueblos del parque: manteles bordados y sábanas hechas a mano, cestas y canastas, alfombras y tapetes de colores y piezas de cerámica en Santo Stefano di Camastra.
Es imposible no degustar los quesos en Cesarò, como la provola y el pecorino, fruto del arte de los queseros, la delicada ricotta elaborada según métodos antiquísimos, el salami del cerdo negro de Nebrodi, el preciado aceite de oliva, la miel o las avellanas.
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