Itinerario de los escritores

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Sicilia es la tierra de los mitos, evocadora y magnética, tal vez por su forma triangular o quizás por su ubicación en el centro del Mediterráneo.

Lo que más atrae es la gran variedad de paisajes que alberga, desde llanuras hasta colinas, desde el mar hasta la montaña, pasando por la naturaleza abrupta y vigorosa de los volcanes, infernal y paradisíaca al mismo tiempo. Por no hablar de los símbolos tangibles, fruto del ingenio, las costumbres, la cultura y la lengua de los pueblos que han conformado la esencia cromosómica de la «sicilianidad». ¿O es mejor decir «sicilianitud»?

Sicilia es una verdadera fuente de inspiración para su literatura, igualmente variada y multifacética, capaz de embarcarnos en un viaje que recorre lugares relacionados con sus representantes más influyentes e importantes.

Si retrocedemos en el tiempo y nos dejamos guiar por los autores antiguos ligados inseparablemente a esta isla, visitaremos unos lugares preciosos, escenarios de duelos poéticos entre pastores, del relato literario del poeta Teócrito, nacido en Siracusa. Damos un salto adelante en la historia para seguir las huellas de Federico II y de los autores de la Escuela poética siciliana. Llegamos así al Palazzo dei Normanni (palacio de los normandos), en Palermo, y desde allí comenzamos el recorrido por las cortes de algunos de los más majestuosos castillos del este de Sicilia, para luego dirigirnos a la Torre de Federico en Enna, el ombligo de Sicilia.

También en Palermo, Giuseppe Pitrè nos abre las puertas de su Museo Etnográfico Siciliano, donde conoceremos a Giufà.

La literatura siciliana es poliédrica, prolija y barroca, pero también sobria y poderosa, como la prosa de uno de sus padres, Giovanni Verga, dividido entre Vizzini y Catania. Dio a luz una lengua impregnada de su dialecto, que cobra vida, vive, goza y sufre junto a los personajes de sus numerosos escritos. Las novelas Mastro don Gesualdo, objeto de la primera gran ficción italiana del director Giacomo Vaccari, Los Malavoglia adaptada por Luchino Visconti en La tierra tiembla, ambientada en el pueblo de Aci Trezza, junto con Cavalleria Rusticana, convertida en ópera por el gran Mascagni, que dio a conocer a Verga y la ópera lírica en todo el mundo, son las obras que más representan a su Sicilia.

Seguimos el itinerario de los escritores y continuamos nuestro viaje por los lugares que componen el universo poético de los escritores sicilianos. Es el turno de Luigi Capuana, escritor de Mineo, una pequeña ciudad de la provincia de Catania, ligado a Verga por una sincera amistad y unos mismos ideales.

Verga y Capuana, junto a Federico De Roberto, dan vida al Verismo, influido en parte por los temas del Naturalismo francés. Pensemos en la minuciosa descripción que De Roberto hace de Catania en su novela Los Virreyes y de la vida que allí se llevaba, con particular referencia al Monasterio de los Benedictinos.

Dibujar el rico mapa geo-literario de Sicilia y trazar un itinerario de los escritores equivale a trazar un garabato barroco.

Tomemos el caso de Vitaliano Brancati, nacido en Paquino, una ciudad de la provincia de Siracusa. Estudió y estableció su «domicilio» literario en Catania y fue el creador de la saga del gallismo (virilidad), del que solía burlarse a través de una parodia caricaturesca del superhombre idolatrado por los fascistas, al que caracterizaba con un «vicio» siciliano exagerado.

De Capo Passero nos trasladamos a Capo Peloro (Punta del Faro). En Alì Terme, cerca de Mesina, la ciudad del desembarco dorado, llamada así por la visión que contemplaban los navegantes que llegaban a sus costas, nació Stefano D’Arrigo, escritor de Horcynus Orca, un retrato conmovedor de la dura vida de los pescadores de Sicilia.

Nos quedamos en la provincia de Mesina para continuar nuestro viaje por los escenarios de la poesía de Salvatore Quasimodo, un poeta exponente del hermetismo europeo, que condensa en sus versos el tema de la soledad existencial y del exilio de la tierra natal, donde la isla se convierte en el emblema de la felicidad perdida. Por tanto, visitamos su magnífica Módica, en la provincia de Ragusa, protagonista también de Argos el ciego, una declaración de amor en toda regla por parte de Gesualdo Bufalino, muy vinculado a la ciudad de Comiso. Otra parada ineludible es Roccalumera, lugar de nacimiento de su familia, donde se encuentra el Parque Literario Salvatore Quasimodo. Ubicado en los locales de la antigua estación de ferrocarril y en los vagones de un tren de mercancías de época, conserva documentos, recuerdos, escritos, audiovisuales y el estudio milanés que perteneció al poeta.

Nuestro viaje por los rincones de Sicilia que inspiraron a escritores podría transformarse en un largo viaje para redescubrir atmósferas evocadoras y novelescas con ambientes variados.

Volvemos a la capital real, Palermo, donde encontramos un universo en sí mismo: musulmana, cosmopolita, anárquica y contradictoria, espléndida, de belleza y antigua opulencia, tanto que todas las familias nobles de Sicilia querían vivir allí.

Entre ellas, la familia de don Giuseppe Tomasi di Lampedusa, que representa casi un símbolo: su Gatopardo, famoso también por la adaptación cinematográfica de Luchino Visconti, cuenta las vicisitudes de la familia del Príncipe de Salina durante el desembarco del ejército de Garibaldi.

La literatura siciliana no es provincial, sobre todo en el caso de los llamados autores menores, porque han tenido a su disposición auténticas bibliotecas europeas.

Pongamos como ejemplo a Lucio Piccolo, barón de Calanovella y primo de Romasi. Se trata de un poeta casi clandestino que llevó una vida solitaria. A pesar de vivir entre Palermo y Capo d’Orlando, sobre una colina que preside Capo Tìndari y Cefalú en los dos polos del horizonte, su universo poético tiene fuertes raíces europeas. Prueba de ello es la intensa correspondencia con el poeta irlandés Yeats, cuyas inclinaciones esotéricas comparte.

Continuamos nuestro viaje siguiendo los pasos de los más grandes escritores sicilianos y tomamos la Strada degli Scrittori, que nos lleva al maravilloso interior siciliano, al pintoresco Valle de los Templos, donde nos espera otro titán de la literatura: Luigi Pirandello
.
Y además, Leonardo Sciascia de Racalmuto, autor de gran sensibilización y conciencia cívica. Sus sagaces obras de denuncia, nada sutiles, tituladas Todo Modo y El día de la lechuza, forman parte del imaginario literario y cinematográfico de la misma temática que ha producido el prolífico y hoy tan famoso Andrea Camilleri. Su mítico Comisario Montalbano ha hecho célebres en todo el mundo atisbos de una Sicilia más retro, aún por descubrir en un nuevo y maravilloso capítulo de tu viaje a Sicilia.

La confrontación entre el norte de una vida racional y gris y el sur caracterizado por la fantasía y los colores pasionales de la vida, está en el centro de la obra de Pier Maria Rosso di San Secondo, periodista y dramaturgo nacido en Caltanissetta.

De un viaje en tren que atraviesa Italia de norte a sur, surge Conversación en Sicilia de Elio Vittorini, nativo de Siracusa. En particular, también describe detalladamente lugares y estaciones que se encuentran entre Mesina y Siracusa.

Muchos escritores sicilianos se marchan de esta tierra, pero la nostalgia y el amor conmovedor no los abandona. Es el caso de Vincenzo Consolo, amigo de Bufalino y Sciascia, que huye de Sicilia, pero regresa con la imaginación, a través de una visión soñadora y amarga al mismo tiempo.

Quizás para él, como para los demás, esta isla posea una extraña magia: quien nace o vive en ella por un tiempo nunca puede irse de verdad.

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