EL PARQUE ARQUEOLÓGICO DE HIMERA, SOLUNTO E IATO (PALERMO)

La primera parada es la zona arqueológica de Himera, en Contrada Buonfornello en Termini Imerese (PA). Se trata de una ciudad griega (de origen mixto) fundada en el año 648 a.C. La zona se desarrolló rápidamente tanto en términos de infraestructuras como de población. Fue protagonista de batallas contra los pueblos indígenas del interior y los vecinos cartagineses. A partir del 480 a.C., quedó bajo la influencia del tirano de Agrigento. Fue conquistada y destruida definitivamente por los cartagineses en el 409 a.C. El yacimiento se extiende por una zona muy amplia. En el parque se encuentran los yacimientos arqueológicos de la ciudad alta y baja.

Siguiendo hacia el oeste, cerca de Santa Flavia, se encuentra otro emplazamiento del Parque: Solunto, uno de los tres centros a los que se retiraron los fenicios en Sicilia tras la llegada de los griegos. El yacimiento arqueológico incluye sólo la zona habitada de la época helenística-romana, que fue reconstruida en el cercano Monte Catalfano tras la destrucción por parte de Dionisio de Siracusa, a principios del siglo IV a.C. Podrá pasear por las calles antiguas, observar las casas tradicionales y su refinamiento arquitectónico, así como las decoraciones del suelo y las paredes. No deje de ver las dos cisternas públicas, las tiendas y el ágora (plaza) monumental. En el noroeste del casco viejo, en el barrio de Campofranco, se encuentra también una necrópolis que incluye 220 enterramientos.

Entremos ahora en Palermo, para una etapa que no pertenece al Parque, pero que es realmente imprescindible: el Museo Arqueológico. Desde 1814 recoge las principales colecciones arqueológicas e histórico-artísticas de Sicilia (como las famosas metopas de Selinunte) pero también hallazgos de Pompeya y antigüedades etruscas. Una de las adquisiciones más importantes es la llamada «Piedra de Palermo», con inscripciones jeroglíficas de importancia fundamental para la historia de Egipto.

 Alejémonos de nuevo de Palermo para adentrarnos en el interior, en la Contrada Perciana de San Cipriello (PA): aquí nos encontramos en la Zona Arqueológica de Monte Iato, una de las más grandes de Sicilia, con una extensión de más de 200 hectáreas. En esta vasta meseta, a unos 850 m sobre el nivel del mar en el Monte Iato, se pueden ver los restos de una ciudad fundada a principios del primer milenio a.C. por pueblos indígenas sicano-elimenses. Hacia mediados del siglo VI a.C., un núcleo de población griega se instaló en la ciudad, como demuestran el templo de Afrodita y los numerosos muebles de fabricación griega encontrados en una gran casa arcaica de dos plantas con patio. La ciudad estuvo habitada hasta la época medieval: se convirtió en un bastión de los musulmanes hasta que Federico II la destruyó en 1246, deportando a sus habitantes a Apulia. 

El Parque Arqueológico incluye también las zonas arqueológicas de Monte Maranfusa (Roccamena – PA, más al sur de Monte Iato), con restos de una zona habitada. Este yacimiento se remonta a finales de los siglos VII y V a.C. También podemos visitar el yacimiento arqueológico de Montagnola (Marineo – PA, volviendo ligeramente hacia el este), con los restos de la ciudad indígena de Makella. Por otro lado, si se encuentra en Ustica, no deje de visitar el yacimiento arqueológico más notable de la isla: el poblado prehistórico de los Faraglioni. Gracias a su excelente estado de conservación y a la enorme cantidad de material econtrado, es un ejemplo significativo y completo de una zona habitada de la Edad del Bronce Medio (1400-1200 a.C.). La variedad y el número de ajuares domésticos encontrados en varias excavaciones arqueológicas son extraordinarios, y parte de ellos se exponen en el museo local.