De Segesta a Selinunte

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El teatro se encuentra más arriba, en las laderas septentrionales del monte Barbaro. En buen estado de conservación, cuenta con un graderío de unos 63 m de diámetro con una parte excavada en la misma roca y otra construida y sustentada por un muro con sillares de piedra caliza. La parte superior del graderío que ya se ha perdido podría haber estado rodeada de un resistente muro de apoyo semicircular. Bajo el graderío se ha explorado una gruta considerada sagrada donde probablemente se celebraban ritos de tipo elimo.

El santuario , sacado a la luz en una área extraurbana en el municipio de Mango, está rodeado por un temenos (muro) y bloques cuadrados toscamente labrados. En el interior del santuario podrían encontrarse diversos edificios sagrados, tal como atestigua el hallazgo de numerosas partes arquitectónicas (capiteles y columnas) y de una gran cantidad de piezas de cerámica que abarcan los siglos VIII y V a. C., algunas de ellas con inscripciones y dibujos.

Excavaciones recientes han dejado al descubierto los restos de la ciudad medieval y de la ciudades islámicas y normando-suevas.

Visitamos ahora la «fábrica» de los templos. El área arqueológica de Rocche di Cusa, se encuentra a 13 km de Selinunte y es el lugar de donde se obtuvieron las columnas de piedra caliza para construir su templo. El lugar, utilizado en ocasiones para representaciones, conserva todo el encanto del pasado. Pasear entre la columnas aún esbozadas o inclinadas a la espera de ser colocadas, nos transporta al pasado en un emocionante viaje en el tiempo. Aquí puedes encontrar más información.

Y ahora llegamos a Selinunte, imponente por su paisaje y entorno cultural. Dado que las excavaciones de este sitio arqueológico son muy extensas, se ha dispuesto un servicio de transporte con vehículos eléctricos para facilitar la visita.

La ciudad de Selinunte se extendía sobre un área bastante amplia; aquí, en la colina oriental, podemos admirar los tres templos denominados E, G y F.

El templo G, situado más al norte a la derecha, a la entrada de la zona arqueológica, estaba destinado a ser uno de los edificios religiosos más imponentes de la arquitectura clásica, comparable al templo de Zeus Olímpico del valle de los Templos en Agrigento. Selinunte cayó antes de que el templo pudiera terminarse. Alcanzaba la excepcional altura de 30 metros. El largo periodo de tiempo empleado para su construcción requirió la utilización de un estilo dórico más evolucionado en la parte occidental.

El templo F es el más pequeño y podría haber tenido 6 columnas en la parte frontal y 14 a los lados; la cámara está precedida por un pronaos (vestíbulo anterior) y falta el opistodomos (vestíbulo posterior).

El templo E tiene formas dóricas con 6 columnas en la parte frontal y 15 a los lados; la cámara está precedida por un pronaos sustentado por dos columnas y seguido por el adyton, parte sagrada, reservada e inaccesible que se eleva con respecto a la cámara. El templo E se derrumbó en un terremoto y volvió a levantarse en 1960. Pertenecen a este templo las estupendas metopas de tema mitológico que se conservan en el Museo Arqueológico de Palermo.

Se han hallado restos de otros dos templos bajo lo ya levantado.

En dirección sur hacia las demás ruinas, se encuentran los restos de las poderosas edificaciones que rodeaban la ciudad desde la época arcaica. También está la ciudad púnica, un área sagrada dedicada a los sacrificios y la población con muros de telar. En los suelos aparecen los símbolos de la diosa Tanit, del caduceo y del dios Toro.

Retomamos el conjunto de los templos con las ruinas del templo O, de estilo dórico, y del templo A, similar al anterior. La datación de ambos templos se estima entre el 490 y el 460 a. C. Las viviendas, comercios y templos de la zona son el testimonio de la doble función pública y privada. También quedan restos de otros dos edificios de culto como el Megaron y el templo B con columnas jónicas y friso dórico.

En el centro de este vasto espacio, el temenos, surge el grandioso templo C, iniciado en el 560 a. C. y levantado parcialmente en torno al 1939 mediante la técnica habitual de anastilosis. Dórico arcaico es el estilo de sus 6 columnas en la parte frontal y 17 a los lados; la cámara sobreelevada está precedida por un adyton con 4 columnas.

En el Museo Archeologico Regionale Antonio Salinas de Palermo se conservan tres metopas del frontón como el ejemplo más representativo de la escultura de Selinunte. En el mismo museo, se encuentra parte de la decoración de arcilla, geométrica y floral del tímpano con la magnífica cabeza de Gorgona en coroplastia que adornaba el frontón del templo.

Un poco más hacia el norte, se pueden avistar las ruinas del templo D, similar al templo C. En el extremo sureste del temenos, un gran pórtico en forma de L delimitaba toda el área. La zona noroccidental de la acrópolis se utilizaba como mercado, con tiendas, ágora y edificios residenciales a su alrededor. Continuando de nuevo hacia el norte, se llega a la puerta que cerraba la acrópolis con varias torres y fortificaciones, es decir, el centro de todo el sistema defensivo de Selinunte.

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