Fiesta de San Calogero en Agrigento

Detalles

La fiesta en honor a San Calogero, en Agrigento, es una mezcla de folclore, tradición y devoción. Las celebraciones duran ocho días, desde el primer hasta el segundo domingo de julio.

Cuenta la leyenda que el «negro» llegó a Sicilia para evangelizar y difundir la fe cristiana y cuidaba de los pobres y los enfermos. Los curaba utilizando las aguas sulfurosas de las cuevas de origen volcánico, hoy llamadas Termas de Sciacca, conocidas como Stufe di San Calogero (estufas de San Calogero), a las que se retiraba y utilizaba como eremitorio.

Durante un periodo de pestilencia, fue al pueblo para conseguir pan para los pobres, y la gente, encerrada en casa por miedo al contagio, se lo arrojó por las ventanas. Y este es el episodio que rememoran los agrigentinos, arrojando panecillos con semillas de sésamo e hinojo al paso de la estatua del santo taumaturgo.

Todavía hoy, numerosos fieles se dirigen en peregrinación al santuario del Santo, descalzos, para agradecerle la gracia recibida, y los niños visten una túnica blanca.

Durante la celebración, la procesión del paso es precedida por el sonido de una banda de atronadores tambores que recorren las calles, entre puestos que venden productos locales. También se organiza una feria de animales y herramientas para la agricultura.

El día de la fiesta comienza temprano en la madrugada con la santa misa, la «alborata», y con la tradicional traca de petardos. Al mediodía, el paso que transporta la estatua del santo recorre las calles más antiguas y luego vuelve a la iglesia para salir nuevamente por la tarde y recorrer las calles del centro acompañado por las autoridades civiles y religiosas.

Después del espectáculo pirotécnico, «a maschiata di San Calò», y la procesión de antorchas, la estatua del santo vuelve al Santuario.