CALASCIBETTA

La plaza principal de Calascibetta es una de las más grandes de Sicilia. Aquí se puede admirar una fuente de mármol con estatuas de bronce, una de las cuales es una alegoría de la misma ciudad. 

Desde la plaza se puede ver la Iglesia de María S.S. del Monte Carmelo. Subiendo por las características callejuelas de la «muntata» (la zona alta del pueblo) se encuentra la Iglesia dedicada a S. Giovanni Battista, la primera iglesia ortodoxa de la provincia de Enna.

A lo largo de la subida que lleva a la Torre, merece la pena asomarse a Piazzale Angelo, uno de los miradores más bellos del interior de Sicilia.

La Capilla Real Palatina, o Iglesia Madre, se eleva sobre las ruinas del Castillo de Marco, una antigua fortaleza árabe, visible en el suelo de la iglesia. Fue construida por Pietro II de Aragón, que quiso llamarla «Cappella Palatina».

Fue la base militar del ejército de Ruggero d’Altavilla durante el asedio de la actual Enna. Hoy en día sólo queda una torre, que sirve como campanario de la iglesia de San Pietro y es el edificio más antiguo del municipio.

VIA GIUDEA: EL BARRIO JUDÍO

En la época medieval, Calascibetta acogía una importante comunidad judía. El barrio judío, llamado «Iudia« en dialecto, le da el nombre a la Via Giudea.

VIA CARCERE

En Via Carcere hay cuevas excavadas en la roca que fueron utilizadas como cárcel de la ciudad durante la época medieval. Estas cuevas son en realidad un extraordinario testimonio de los primeros asentamientos rupestres en Calascibetta. En Navidad, por su ambiente mágico, Via Carcere se transforma en el lugar perfecto para el tradicional belén viviente.

EXCURSIÓN DE UN DÍA: LA NECRÓPOLIS DE REALMESE Y EL PUEBLO BIZANTINO

En los alrededores de Calascibetta se encuentra un extraordinario sitio arqueológico: la Necrópolis de Realmese. Se trata de la segunda necrópolis más importante de Sicilia después de la de Pantalica, en la provincia de Siracusa. Se pueden ver tumbas «grotticella» enclavadas en la roca y en el medio de la naturaleza. Una vista espectacular, sobre todo al atardecer.

En el Valle del Canalotto se encuentran los restos de un antiguo pueblo bizantino. Es un complejo único de este tipo. El ambiente se hace aún más evocador con la vista de los Montes Ereos al fondo.