Teatro Griego de Taormina

La escena presentaba también tres grandes vanos arqueados a una distancia simétrica entre ellos y seis hornacinas, situadas tres a la derecha y tres a la izquierda del arco abierto central. Sobre la escena se conservan todavía seis bases de columnas y cuatro columnas de estilo corintio, posteriores a 1860.

La cávea está formada por una grada que, partiendo de abajo hacia arriba, se ensancha hasta la cima donde toman asiento los espectadores.

Por último, la orquesta es la parte más baja de todo el teatro. En este espacio se situaban los músicos que acompañaban el desarrollo de la tragedia o de la comedia.

Excavado en el siglo III a. C. en la dura roca del monte Tauro, podía acoger ya entonces a miles de espectadores sentados. Se sabe que los griegos levantaron sus edificios más importantes como si la naturaleza pudiera entrar a formar parte de ellos. Del mismo modo, la luz y el aire que se deslizaban entre las columnas enfatizaban los escenarios naturales perfectamente integrados con la arquitectura del teatro.

La forma creaba una acústica perfecta en todos los sectores.

En la época tardoimperial se decidió adaptarlo a los juegos de gladiadores. Después cayó en desuso con la caída del Imperio de Occidente. Se retiraron de la estructura los mármoles y las columnas monumentales. Solo en la posguerra, se completaron algunos tramos de la estructura original con una gran obra de restauración.

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