Área marina protegida de Plemmirio

La roca se asoma al mar, como si quisiera reflejarse en él. Del verde esmeralda pasamos a las mil tonalidades de turquesa de los fondos marinos en un perímetro de unos 15 kilómetros de costa.

Las pequeñas calas arenosas entre laberintos de rocas punzantes nos hacen desear llevar puestos los zapatos cuando tratamos de saltar de una roca a otra descalzos. Vislumbramos erizos, mejillones y miles de pececitos de colores o riule, como los llaman los lugareños.

En el área hay 35 puntos de acceso al mar, algunos de los cuales, en verano, están equipados para los discapacitados, con plataformas de madera ecológicas insertadas con armonía en el entorno natural.

Hay muchas actividades al aire libre entre las que elegir. Senderismo, observación de aves, esnórquel, psicobloc o simplemente pasear entre las rocas, latomías y acantilados para desconectar.

Caminamos y respiramos yodo, salpicados por el agua del mar, en medio de las muchas especies rupícolas y pioneras, hasta llegar al extenso matorral mediterráneo donde la palmera enana es la protagonista. Abundante en Capo Murro di Porco, la palmera enana es la única especie espontánea de Europa.

Párate un momento a contemplar las vistas justo donde se erige el faro, símbolo de este paraíso.