Jardines Botánicos de Sicilia

Dettaglio

¿Aprender a tutelar el medio ambiente y conocer el reino vegetal mientras están completamente rodeados de plantas de todas las especies y que viven en perfecta armonía entre sí? En algunos lugares es una realidad centenaria: son los jardines botánicos, sitios utilizados para la preservación de la biodiversidad. En Sicilia hay cuatro jardines botánicos oficialmente reconocidos: ¿están listos para descubrirlos?

Partimos del este de Sicilia, en la provincia de Catania, en Ragalna, un pequeño pueblo al sur del parque Etna. Aquí encontramos el Jardín Botánico Nuova Gussonea que se extiende por diez hectáreas a una altitud de 1700 mt. Su nombre rinde homenaje a dos botánicos italianos: Giovanni Gussone,  conocido estudioso de la flora siciliana y Fridiano Cavara, fundador en el 1903 de un jardín botánico de vida breve,  llamado precisamente “Gussonea”.

 El jardín está dominado por los cráteres de la cumbre al sur del Etna y se encuentra en una zona fronteriza entre  bosques de pinos-alerce y plantas espinosas típicas de la alta montaña. En su interior alberga, estudia y conserva especies vegetales puramente etneas y se subdivide en diversas areas : la zona de los lechos de flores, la zona donde se desarrollan las actividades didácticas-divulgativas, el vivero y las zonas boscosas, donde crece la Betula aetnensis , la Fagus sylvatica, el Quercus cerris, Quercus pubescens, Populus tremula y Quercus ilex.

Vamos ahora hacia el segundo jardín botánico en el área del Etna: es el Jardín de la Universidad de Catania, que tiene su sede principal en el centro de la ciudad, en via Etnea. Fundado en el 1843 (inaugurado en el 1858) por el monje benedictino Francesco Tornabene Roccaforte.  Durante la Segunda Guerra Mundial se vió particularmente afectado por los bombardeos que provocaron la demolición del gran invernadero tepidarium. En el 2008 se reconstruyó el invernadero siguiendo el diseño de la antigua estructura para albergar más de 160 especies de plantas,  tropicales inclusas. El territorio se extiende por  16 mil m²  y se divide principalmente en dos zonas: el hortus generalis (13.000 m²) y el hortus siculus (3.000 m²). En el hortus siculus aparte la colección de plantas espontáneas de la isla,  han sido recreados hábitat para la conservación de raras plantas endémicas de la Sicilia. Se encuentran presente además  2000 especies de plantas suculentas que se cultivan al aire libre y representan uno de los mayores atractivos para los visitantes, por sus formas extravagantes y originales. El jardín constituye un apoyo didáctico indispensable para la investigación escolar y universitaria ya sea para la formación de docentes que para la preparación de los alumnos.

Procedamos ahora hacia el tercer Jardín, que se encuentra en el noreste de Sicilia: es el Jardín Botánico Pietro Castelli de la Universidad de Messina. La complicada historia de este lugar se puede dividir en tres períodos: el primero va desde la fundación -gracias a Pietro Castelli – en el 1634 hasta el cierre por la ocupación española del 1678; la segunda parte de la fundación de pequeños jardines privados que sustituía al antiguo hortus messanensis; la tercera fase es la de su refundación, desde el 1889 hasta hoy. Actualmente el Jardín es un pequeño arboreto de una hectárea de extensión inserto en el tejido urbano que acoge numerosas especies tropicales que disfrutan del clima templado de la ciudad del Estrecho. Cuenta con una gran colección de plantas suculentas y un pequeño invernadero que contiene una gran variedad de plantas carnívoras. Amplio espacio le es dedicado a la flora de los Montes Peloritani en peligro de extinción. El Jardín es particularmente activo en la promoción de actividades didácticas extraescolares y extrauniversitarias,  con actividades de laboratorio para sensibilizar sobre el reciclaje de papel.

El cuarto y último jardín de nuestro recorrido está más alejado y para llegar a él debemos dirigirnos hacia la capital regional: estamos hablando del famoso jardín de la Universidad de Palermo. Su fundación se remonta al 1779, año en que la Accademia de los Estudios Regi ( actual universidad) instituyó la cátedra de Botánica. Rápidamente  los modestos terrenos destinados a usos científicos no fueron suficientes y el Jardín se trasladó a la sede actual de Piano di Sant’Erasmo. En el  1787 incluso Johann Wolfgang von Goethe durante su viaje a Italia pasó por el Jardín de Palermo y quedó impresionado por la riqueza y variedad de especies vegetales que contiene. A lo largo de los años ha seguido ampliándose hasta alcanzar su tamaño actual,  unas 10 hectáreas en el 1892. El Jardín se divide en varias secciones: el sector antiguo con la clasificación de Linneo, el sector moderno con la clasificación de Engler, el Gymnasium (antigua sede didáctica de la Academia Regia), el Calidarium y el Tepidarium (que albergan respectivamente, como los nombres sugieren, plantas de climas cálidos y templados), el Acuario (compuesto por 24 tanques que albergan  plantas acuáticas) y los invernaderos de plantas suculentas y de helechos. En total, las especies vegetales que se albergan en su interior son 12.000: ¡un jardín realmente concurrido! Pero eso no es todo. Además de los inquilinos vegetales, huéspedes especiales inundan los ambientes subtropicales de la estructura:  los Loros de la especie Psittacula Krameri escapados del aviario de la cercana Villa Giulia en Palermo. Los volátiles se han ambientado perfectamente en los hábitat del Jardín.

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