Viaje a los lugares de la poesía de Quasimodo

Dettaglio

Salvatore Quasimodo, poeta siciliano, premio Nobel de literatura en el 1959, ciertamente no necesita presentaciones. Nace en Modica en el 1901 (al época provincia de Siracusa), amaba definirse «siracusano» para alimentar su personalísimo mito  «siciliano-griego». En Modica vivirá solo algunos meses: su padre, un trabajador ferroviario, viaja constantemente por toda la Isla (y el pequeño Salvatore con él), hasta que terminada  la escuela secundaria el joven poeta decide de abandonar la Sicilia. A lo largo de toda su vida Quasimodo cantará en sus versos las imágenes lejanas de su Sicilia: veamos  sus recuerdos incrustados en sus versos.

Tindari, dulce te conozco / entre anchos cerros que cuelgan sobre las aguas / de las dulces islas del dios

La primera etapa es Tindari (aldea de Patti, ME). Quasimodo recuerda un momento particular de su espiritualidad en un viaje con amigos letrados y poetas.

Tindari está situada en un promontorio costero que sobresale desde una altura de 268 mt. , a pique al mar Tirreno y sobre la reserva natural de los Lagos de Marinello. Si se aman los paseos al aire libre se debe recorrer  el sendero  «Coda di Volpe» que enlaza la Reserva Natural con la antigua ciudad de Tyndaris (se recomiendan zapatillas de trekking ). El recorrido  ofrece paisajes espectaculares del Golfo de Patti y las Islas Eolias. Luego de una visita obligada al Santuario de la Virgen Negra (inclusa en la ruta) se visita la zona arqueológica de la antigua Grecia Tyndaris.

La siguiente parada es Roccalumera, lugar de nacimiento de su familia, donde se encuentra el Parque Literario Salvatore Quasimodo. Ubicado en los locales de la antigua estación de ferrocarril y en los vagones de un antiguo tren de mercancías, conserva documentos, recuerdos, escritos, audiovisuales y el estudio milanés que perteneció al poeta. La visita continúa en el interior de la Torre Sarracena, que inspiró el poema «Cerca de una torre sarracena, por su hermano muerto».

En las orillas escucho el agua de palomas / Anapo mio (El Anapo)

Durante años y años, en un cubículo abierto / Duermo de mi tierra (Insomnia. Necrópolis de Pantalica)

Así / mis padres durante milenios tiraron / hacia arriba sus muertos para esconderlos / en las madrigueras de la colmena de Pantàlica (Arcas Escaligeras).

Nos trasladamos ahora a la Necrópolis de Pantálica, cerca de Siracusa. Es uno de los sitios protohistóricos sicilianos más importantes. No es casualidad que haya sido reconocido además patrimonio de la UNESCO. Su geografía, sus antiguas tumbas a cielo abierto, el murmullo del río Anapo resurgen más de una vez en la memoria de Quasimodo. En estos lugares las zapatillas de senderismo/trekking son imprescindibles y, si es verano, también el traje de baño [ ver enlace Pantalica en la sección ‘trekking’].

Allá dura un viento que recuerdo encendido / […] que tiñe y roe la arenisca y el corazón / de los telamones (Strada di Agrigentum)

El telamón está aquí, a dos pasos / de Hades (Templo de Zeus en Agrigento)

Hay dos diversos recuerdos  de Quasimodo: el primero de la infancia, el segundo de un regreso, ya adulto, a la Valle de los Templos en Agrigento. Si nunca se han visto estos lugare una visita es imprescindible. Paseos entre milagros de la historia,  templos griegos perfectamente conservados y olivos centenarios.

Sobre la arena color paja de Gela / me tendía como un niño a orillas de mar / […] Allá Esquilo en el destierro / midió versos  y pasos desconsolados (A un poeta enemigo)

En Gela Quasimodo vivió algunos años de su infancia. Allí murió exiliado el grande dramaturgo Esquilo en el 456 a. C., y por este motivo el poeta siciliano lo evoca con orgullo y soberbia. Después de Agrigento detengámonos en Gela, una antigua ciudad fundada en el 688 a.C. por colonos dóricos provenientes de la Grecia. Sus orígenes griegas son muy bien visibles hoy en día.

Es oportuno tomarse  un poco de tiempo para visitar los «baños griegos», un complejo termal del siglo IV-III sec. a.C.. Único en su género en Sicilia ( hay comparaciones con los griegos de Delfos, Olimpia, Colofone y Gortys); luego la Acrópolis,  la cual surgió durante las excavaciones,  un verdadero distrito urbano del siglo IV a. C.; para terminar con los «muros de Timoleonte»: uno de los ejemplos más extraordinarios y mejor conservados de arquitectura militar antigua ( remonta, según algunos, incluso al siglo V a. C.). Los amante de la naturaleza acérquense a la Reserva del Lago Biviere, a las afueras del centro de la ciudad, para observar de cerca garcetas, garzas, caballeros italianos, cormoranes, avocetas y muchas otras especies de volátiles  que viven aquí de forma permanente o migratoria.

Tal vez / da respiro desde  los llanos de Acquaviva, / donde el Plàtani hace rodar conchas / bajo el agua entre pies de muchachos / de la piel de aceituna (¿Qué quieres, pastor de aire?)

Una referencia lejana y antigua resurge en la memoria poética: Acquaviva Platani. Antes de finalizar el itinerario, deténganse y disfruten de la tranquilidad de este pequeño pueblo de la zona del  Nisseno. Paseando se puede ver el Palacio Ducal, la Torre del Reloj, la baroca Iglesia Madre  (donde se conservan algunas esculturas importantes como el crucifijo de madera de M. Caltagirone,  las estatuas de San José y la Inmaculada Concepción atribuidas a Bagnasco);  también en las afueras del centro, algunas tumbas neolíticas de varios tipos (en los barrios de Vignazze, Solfara, Cubuluni y Corvo).

De todas las manos que levantaron muros / en la isla, manos griegas o suebas / manos de España manos sarracenas, […] ahora veo las que tiraron casas / sobre el mar de Trabia. […] / Más allá de las casas, […] / Solunto ha muerto. / Subía aquella colina una mañana / con otros muchachos a lo largo / silencio interno. Debía/todavía tenía que inventar la vida. (En la isla).

Estamos al final del itinerario, de nuevo en la costa del Tirreno, en Trabia (PA). Aquí el geógrafo árabe Al Idrisi en el 1153 atestigua en su obra la presencia de “pasta filiforme” (en árabe itriya), es decir espaguetis, por lo que la ciudad se define como la patria de la pasta más famosa del mundo.

En Trabia se puede aprovechar de nadar o pasear en numerosas playas: Vetrana (arena muy fina y aguas poco profundas), Scoglio y Pietra Piatta (playas de guijarros en el Municipio de Termini Imerese).

Desde Trabia extendemos  el itinerario hacia el oeste, para llegar a Solunto, antigua ciudad helenística, hoy Parque Arqueológico en el cual surgen imponentes ruinas: viviendas peristila ricamente decoradas con mosaicos y pinturas murales de la época romana, el teatro helenístico, el gimnasio y el ágora.

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