Del Sureste al Noroeste de la Sicilia: los Pesebres Vivientes

Siempre en la zona de Ragusa se encuentra el pesebre viviente de Giarratana y Monterosso Almo: en ambas ciudades las calles del centro están adornadas  para recrear la atmósfera de sencillez y compartir el pasado.

Avanzando unos kilómetros  en el área de Siracusa entre Avola y Cassibile llegamos al pesebre viviente de la reserva de Cavagrande, en los llamados lagos de Avola (popular destino turístico de verano para nadar y hacer excursiones). En la zona de Catania, en Licodia Eubea es posible degustar vinos y productos típicos de la tradición paseando entre las tiendas y los aromas de los hornos del pequeño pueblo etneano. Continuando con el viaje en el tiempo  en la localidad de Sutera, provincia de Caltanissetta, se posiciona el pesebre en el barrio de Rabato (el barrio árabe de la ciudad). Aquí la Navidad asume un aire muy especial y multiétnico con el pesebre  montado  entre casas de yeso y el dammusi árabe.

Yendo hacia Messina a Castanea delle Furie, un pequeño pueblo en las colinas de S. Rizzo, el pesebre cobra vida al interno de los jardines de Villa Costarelli, que se presta perfectamente para recrear la atmósfera oriental del Palacio de Herodes.

Otros pesebres en los pequeños pueblos medievales enrocados en las Madonies palermitanas  son la oportunidad perfecta para pasar por los pueblos de Gangi y Collesano. En fin nuestro viaje termina en la zona de Trapani, en la ciudad de Custonaci, en los antiguos asentamientos prehistóricos de las cuevas de Scurati. Este pesebre viviente es uno de los más importantes de la isla, tanto que en el 2006 fue incluido en el registro de herencias inmateriales de Sicilia.