Ragusa es la ciudad de dos almas: la ciudad moderna y la antigua de Ibla, su salón barroco. Con la refinada elegancia que caracteriza a las ciudades del barroco tardío del Val di Noto, Ragusa nos adentra en su laberinto de callejuelas que revelan iglesias y palacios envueltos en una belleza etérea que casi nos hará imposible salir.
¡Aquí tienes 10 cosas interesantes que hacer en Ragusa!
- Visitar el Museo Arqueológico Regional de Ibleo
Ragusa Superior es la ciudad construida más recientemente mas el Museo Arqueológico Regional de Ibleo se encarga de compensar lo nuevo que avanza. Instalado en el Palacio Mediterráneo en Via Natalelli, el museo preserva y cuenta la historia de la antigua ciudad de Kamarina, desde los orígenes prehistóricos hasta la época tardo-romana.
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- Una mirada a la Catedral de San Juan Bautista
Nos quedamos un momento más en la parte alta de Ragusa. Aquí vale la pena visitar la hermosa Catedral de San Juan Bautista que se levanta imponente en la intersección de las dos avenidas principales, Vía Roma y Corso Italia. La gran fachada, flanqueada por el imponente campanario, da a la Plaza San Giovanni con una gran azotea.
- Todas las escaleras conducen a… Ibla
Bajemos ahora a Ragusa Inferior: el uso extremadamente generoso de la piedra local y la impronta barroca de iglesias y palacios la hacen única en el mundo. No es casualidad que las obras maestras arquitectónicas construidas tras el terremoto, junto con todas las presentes en Val di Noto, fueran declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el 2002.
Continuando por Corso Italia llegamos a Corso Mazzini que une, a través de un camino tortuoso, los dos grandes barrios en el que se divide la ciudad. También se puede acceder a Ibla a través de tres puentes, Vecchio (o dei Cappuccini), Nuovo y Giovanni XXIII, o bajando una escalera de cientos de escalones. ¿Cómo renunciar a esta última opción, tan pintoresca y sugestiva?
- Tour por las Iglesias
En Ragusa Ibla, permitámonos una primera muestra del barroco con un recorrido por las iglesias. ¡Ragusa tiene al menos 50!
Comencemos por la Iglesia de Santa Maria de las Escalas que se encuentra entre las dos Ragusa. Reconstruida después del 1693 conserva algunos elementos de la estructura antigua: los tres portales góticos catalanes en la nave derecha y otro portal de formas renacentistas refinadas y elegantes.
Lleguemos a la Plaza de la Repùblica, dominada por la Iglesia del Purgatorio con su hermoso portal barroco. A partir de aquí, de la subida del Comendador no podemos dejar de notar el barroco, típicamente exuberante en sus formas, del Palacio Cosentini y del Palacio de la Cancillería del siglo XVIII.
Y aquí está la Iglesia de Santa Maria de la Itria que, encajada entre estos callejones, nos parece aún más majestuosa. Fundada por los Caballeros de Malta en el siglo XVII tiene un campanario original. La cúpula, revestida con cerámica de Caltagirone, destaca con su intenso color azul sobre los tejados y edificios color miel.
- Catedral de San Jorge
Desde Via del Mercado, también por calles paralelas, en fin llegamos frente a la Iglesia de San Jorge, la Catedral de Ibla. La hermosa y escenográfica fachada se caracteriza por columnas apoyadas y sobrepuestas. El interno tiene tres naves divididas por macizos pilares.
Admirando la Plaza Duomo, rodeados por la blancura de la piedra que choca con un cielo increíblemente azul, estamos en el lugar indicado para darnos un sabroso y refrescante descanso. Sentados en una mesa de bar, ordenamos un buen granizado.
- Círculo de conversación
Desde Plaza Duomo cruzamos la zona peatonal para detenernos en el Círculo de Conversación. Si tienes la impresión de que ya lo has visto en alguna parte, seguro que eres un fan de la ficción del Comisario Montalbano. Miramos desde afuera el salón e imaginamos cómo debió de estar animado este lugar de encuentro donde la sabia burguesía local discutía «con la ambición de tener la solución para todo» (así escribió Gesualdo Bufalino).
- Jardín Ibleo
Después de perder la cuenta de las iglesias vistas y visitadas, descansemos en el espléndido Jardín Ibleo. Es muy agradable y relajante pasear por su interior mientras se admiran las maravillosas vistas. El jardín alberga el imponente Monumento a los Caídos de la gran guerra y las Iglesias de San Vincente Ferreri, San Jaime y la Iglesia de los Capuchinos.
Cerca del jardín, se encuentran las excavaciones arqueológicas de Ragusa Ibla que han dado a la luz numerosos hallazgos de la antigua Hybla.
- Castillo Donnafugata
Entre los castillos más elegantes de Sicilia, el Castillo de Donnafugata toma su nombre de la leyenda que tiene como protagonista la princesa Bianca de Navarra. Prisionera en el castillo por el Conde Bernardo Cabrera, huyó por los túneles que conducían al campo circundante, hoy un frondoso parque de casi 8 hectáreas con grandes Ficus y otras esencias exóticas.
En el interno no nos podemos perder la Sala de los Escudos de Armas con los frescos en las paredes que representan las insignias nobles de las grandes familias sicilianas, la Sala de los Espejos, la Sala de la Música, la Sala del Billar y en fin el improbable pero sugestivo dormitorio de la Princes de Navarra. Las habitaciones, salones y pasillos están decorados con estucos y muraless. ¡Una verdadera obra maestra!
- Tour enogastronómico en la zona de Ragusa
Comencemos por degustar los pastieri, pasteles de carne picada de cordero y cabrito, condimentados con pimienta, queso y huevos, muy utilizados en la zona de Módica. Seguimos con scacce, finas hojas de masa de harina rellenas de espinacas o de brócoli y ricota, de chorizo y ricota o de tomate y berenjena, llamadas empanadas en la Semana Santa.
Podemos degustar el conejo a la partuisa, los garbanzos cocidos con cerdo y el macco, un puré de habas. No te pierdas el caciocavallo, un típico queso de leche de vaca modelado en formas paralelepipédicas y cuyo nombre deriva de la particular posición en la que se colocaba para madurar.
Imposible no mencionar el chocolate de Módica, entre los mejores por su particular y milenario procesamiento.
Luego galletas affucaparrinu, literalmente estrangolapretes. Sabrosos son los dulces con almendras, como el turrón, el amareto y los característicos ‘mpanatiggi que, además de almendras contienen chocolate, filete de ternera y diversas especias.
Acompañamos todo con un buen vino local, eligiendo entre el Cerasuolo de Victoria, el Ambrato de Comiso o el Albanello.
- Ragusa y alrededores
Si pretendemos alargar nuestras vacaciones en Ragusa el itinerario que nos lleva a pasear por Ragusa nos pone en aprietos. ¿Cómo elegir entre todos los maravillosos destinos?
Módica, Ispica y Scicli, entre los pueblos más bellos de Italia; la capital del barroco en Sicilia, Noto; y de nuevo Marina de Ragusa, Acate, Chiaramonte Gulfi, Comiso; la isla de las Corrientes en Portopalo de Capopassero, Avola; sin mencionar las maravillosas playas (entre las más bellas de Sicilia) de Sampieri, Puntasecca, Scoglitti, Puntasecca y Marina di Módica.
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